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«Embajada» redirige aquí. Para la embajada de Moros y Cristianos, véase Embajada (Moros y Cristianos).

Una misión diplomática está integrada por un grupo de personas de un Estado presente en otro Estado, representando al país acreditante en el país anfitrión. En la práctica, el término se utiliza generalmente para denominar la misión permanente,[1]​ es decir, la oficina de los representantes diplomáticos de un país en la ciudad capital de otro. Con resguardo en el Derecho Internacional, las misiones diplomáticas gozan de inmunidad, que consiste en la exención de impuestos y en la prohibición de ingresar por la fuerza en la sede diplomática.[2]​ En la práctica, una misión diplomática generalmente denota una embajada, que es la oficina principal de los representantes de la diplomacia de un país en otro país; por lo general, pero no necesariamente, se basa en la ciudad capital del estado receptor.[3]​ Los consulados, por otro lado, son misiones diplomáticas con la función de ofrecer servicios administrativos en otro Estado. Además de ser una misión diplomática en el país en el que está situada, una embajada también puede ser una misión permanente no residente en uno o más países.[4][5][6][7]

Embajada

A una misión diplomática permanente se le suele llamar embajada, y a quien encabeza la misión se le conoce como embajador. Las misiones en las Naciones Unidas son conocidas sencillamente como misiones permanentes y el director de estas es tanto representante permanente como embajador. Algunos países dan nombres más distintivos a sus misiones y al personal de estas: una misión de la Santa Sede es encabezada por el nuncio apostólico (o nuncio papal) y se le llama, consecuentemente, nunciatura apostólica;[2]​ en cambio, las misiones libias son llamadas agencias populares y los jefes de misión, secretarios. Los países de la Mancomunidad de Naciones son un caso especial; las misiones diplomáticas de un país de este grupo de naciones en los otros son llamadas altas comisiones.

En el pasado, una misión diplomática encabezada por un funcionario de rango secundario (p. ej. un enviado o ministro residente) era conocida como legación. Hasta principios del siglo XX, lo usual era que los países considerados como potencias fueran los únicos que se enviaban entre sí embajadores, mientras que a los demás países enviaban tres tipos de jefes de misión: a) enviados extraordinarios y ministros plenipotenciarios, b) ministros residentes y c) encargados de negocios con cartas de gabinete. Los países que no eran considerados como potencias, tampoco nombraban un embajador, sino que entre sí o en una potencia, los jefes de misión que acreditaban tenían también el rango de enviado extraordinario y ministro plenipotenciario, de ministro residente o de encargado de negocios. La representación diplomática entre potencias tenía por consiguiente el rango de embajada, mientras que entre los demás países, o entre una potencia y un país que no lo era, tenían la categoría de legación. A lo largo de la primera mitad del siglo XX ,esa distinción fue desapareciendo, y muchos países que tradicionalmente no habían sido considerados como potencia, empezaron a nombrar embajadores y a dar a sus legaciones el rango de embajadas. Sin embargo, esa vieja distinción se conserva en el texto de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas suscrita en 1961, que establece en su artículo 14:

1. Los jefes de misión se dividen en tres clases: a. embajadores o nuncios acreditados ante los Jefes de Estado, y otros jefes de misión de rango equivalente; b. enviados, ministros o internuncios acreditados ante los Jefes de Estado; c. encargados de negocios acreditados ante los Ministros de Relaciones Exteriores. 2. Salvo por lo que respecta a la precedencia y a la etiqueta, no se hará ninguna distinción entre los jefes de misión por razón de su clase.

Como las categorías de ministros plenipotenciarios y ministros residentes ya no se usan, también el nombre de legación es obsoleto y ya no se emplea para referirse a las actuales representaciones diplomáticas más que de modo figurado. La figura de los encargados de negocios con cartas de gabinete como jefes de misión sí sobrevive, pero su oficina recibe el nombre habitual de embajada y no de legación.

En casos de disputa, es común que un país retire al jefe de misión diplomática como una muestra de descontento. Esto es menos drástico que cortar por completo las relaciones diplomáticas, y la misión puede seguir operando de manera más o menos regular, aunque ahora esté encabezada por un chargé d'affaires (Encargado de Negocios), el cual tiene poder limitado. Se hace notar que, durante el periodo de sucesión entre dos jefes de misión, un chargé d'affaires a.i. (Ad Interim) puede ser nombrado temporalmente como cuidador; esto no implica ninguna hostilidad hacia el país anfitrión.

El consulado es también una oficina diplomática, pero su ámbito de acción es diferente, pues se ocupa de proteger a los nacionales de su país, hacer poderes, documentación al día y otros asuntos de interés de los nacionales de su país como lo define la Convención de Viena sobre las relaciones consulares de 1963.

Técnicamente, el término "embajada" se refiere al personal que trabaja en la misión, mientras que la oficina se conoce como "cancillería", aunque tal distinción rara vez se usa públicamente para evitar confusiones.

Labor

El papel de una misión diplomática es el de proteger los intereses del Estado acreditante en el país receptor dentro de los límites establecidos por el derecho internacional; negociar con el gobierno del Estado anfitrión lo que el emisor demanda o espera; enterarse, por vía legal, de las condiciones y desarrollos del Estado receptor y reportarlos al gobierno del Estado acreditante; promover las relaciones amistosas entre ambos países, fomentar su crecimiento económico, cultural y científico, así como ofrecer ayuda y cobertura a los ciudadanos del país acreditante que residan en el país receptor.[2]

Los derechos y exenciones (tal como la inmunidad diplomática) de estas misiones están asentados en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas (1961).[2]

Extraterritorialidad

Sello de un cuerpo diplomático.

En contra de la creencia popular, las misiones diplomáticas a veces no gozan de pleno estatus extraterritorial y, por lo general, no son territorio soberano del Estado representado. El Estado remitente puede otorgar a las embajadas estatus soberano, pero esto sólo ocurre con una minoría de países.[8]​ Más bien, los locales de una embajada permanecen bajo la jurisdicción del Estado anfitrión, al tiempo que gozan de privilegios especiales (como la inmunidad frente a la mayoría de las leyes locales) en virtud de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. Los propios diplomáticos siguen conservando plena inmunidad diplomática, y (como adherente a la Convención de Viena) las autoridades del país anfitrión no pueden entrar en los locales de la misión (lo que significa la residencia del jefe de la misión) sin permiso del país representado, ni siquiera para apagar un incendio. Las normas internacionales consideran un ataque a una embajada como un ataque al país al que representa.[9]​ El término "extraterritorialidad" se aplica a menudo a las misiones diplomáticas, pero normalmente solo en este sentido más amplio.

Dado que las autoridades del país de acogida no pueden entrar en la embajada del país representante sin permiso, las embajadas a veces son utilizadas por refugiados que escapan del país de acogida o de un tercer país. Por ejemplo, nacionales de Corea del Norte, que serían detenidos y expulsados de China al ser descubiertos, han buscado refugio en varias embajadas de terceros países en China. Una vez dentro de la embajada, se pueden utilizar los canales diplomáticos para resolver el problema y enviar a los refugiados a otro país.

Entre las violaciones notables de la extraterritorialidad de las embajadas figuran las repetidas invasiones de la embajada británica en Pekín (1967),[10]​ la crisis de los rehenes en la embajada estadounidense en Teherán, Irán (1979-1981), y la crisis de los rehenes en la residencia del embajador japonés en Lima, Perú (1996-1997).

Galería

Véase también

Referencias

  1. «misión diplomática». Diccionario del español jurídico. Real Academia Española. 2019. Consultado el 16 de enero de 2020. 
  2. a b c d «Misión diplomática». Enciclopedia jurídica - Diccionario jurídico de derecho. Comité Económico y Social. 2020. Consultado el 16 de enero de 2020. 
  3. «What is a U.S. Embassy? - National Museum of American Diplomacy» (en inglés estadounidense). Consultado el 5 de enero de 2022. 
  4. Tom Nierop, Systems and Regions in Global Politics (Wiley, John and Sons 1994 ISBN 978-0-471-94942-8), p. 67.
  5. "The Russian Federation has diplomatic relations with a total of 187 countries, but some of them – mainly for financial reasons – maintain non-resident embassies in other countries", International Affairs, issues 4–6 (Znanye Pub. House, 2006), p. 78
  6. "Of Chile's 109 foreign diplomatic missions in 1988, no fewer than 31 were on a non-residential basis, while 17 of the 63 missions in Santiago were non-resident" (Deon Geldenhuys, Isolated States: A Comparative Analysis (University of Cambridge 1990 ISBN 0-521-40268-9), p. 158).
  7. "America's diplomatic mission to (Saudi Arabia) was changed from non-resident to permanent Minister in Jeddah" (Fahad M. Al-Nafjan, The Origins of Saudi-American Relations, page not numbered).
  8. 'Leyes y normas relativas a la extraterritorialidad' en integrity-legal.com: "Existe la idea errónea de que las Embajadas y Consulados tienen extraterritorialidad. Como prueba anecdótica de esta idea errónea, la gente suele decir cosas como 'la Embajada de EE.UU. se encuentra en suelo estadounidense'. En la mayoría de los casos, esto no es así, ya que la extraterritorialidad no se confiere a una embajada o consulado, pero en algunas situaciones la extraterritorialidad puede crearse mediante un tratado".
  9. «¿Qué es una embajada de EE.UU.?». diplomacy.state.gov. Archivado desde el original el 10 de mayo de 2018. Consultado el 6 de enero de 2014. 
  10. «Sir Ray Whitney». The Daily Telegraph (Londres). 15 de agosto de 2012. Archivado desde el original el 12 de enero de 2022. Consultado el 17 de agosto de 2015. «Los guardias rojos escalaron el muro de la misión británica mientras los diplomáticos veían la comedia de Ealing Two-Way Stretch. Se retiraron a una sala interior sin apagar el proyector, empujando un piano a través de la puerta mientras la turba rompía ventanas y empezaba a trepar. Whitney y sus colegas se retiraron de nuevo a la zona segura de la embajada, con ventanas fuertemente enrejadas. Los chinos prendieron fuego a la misión y luego utilizaron un ariete contra la puerta de emergencia de acero. » 

Enlaces externos

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