El 30 de Noviembre de 1923 se realizó en la Plaza de Cisneros una demostración de acrobacia del popular aeronauta Manuel Salvador Acosta, más conocido cómo Salvita. Realizaba sus acrobacias en un trapecio atado a un gran globo aerostático, que se elevaba sobre la multitud. El Globo de tela, que más bien parecía un gran chorizo, había sido fabricado por el mismo Salvita con la colaboración de un amigo sastre.
Entre los letreros que se habían pintado a la tela se podía leer el de “Colombina”, que correspondía al nombre con el que Salvita el aeronauta había bautizado su globo. El aire caliente para rellenar el globo provenía de una hoguera de leña con petróleo, que generaba una gran cantidad de humo negro, por lo que los letreros fueron desapareciendo.
A las nueve de la mañana, una vez recibida la bendición por parte del padre Henao cura de la Iglesia de la Veracruz, el globo se elevó sobre la gran multitud que se había congregado para el promocionado espectáculo.
Dentro de esa gran multitud se encontraba el fotógrafo Jorge Obando, quien realizó una serie de secuencias de esta hazaña que inmortalizaría tanto a Obando como a Salvita.
En una de las fotos de Obando se ve claramente el globo de color claro con los letreros de “Colombina” y el de la “Fábrica de Cigarrillos la Amistad”. En otra foto se ve el globo lleno de humo negro y a punto se que los ayudantes del acróbata lo soltaran. En esta foto se puede notar la forma irregular del globo.
Hay una fotografía del globo con su forma irregular ya elevado a unos trescientos metros, donde el acróbata está realizando una de sus piruetas, en que se ve como tiene su cuerpo de espaldas al globo y mirando hacia abajo, con sus manos hacia atrás agarrando el trapecio, en una posición supremamente incómoda.
Parece ser el momento en que ante los ojos atónitos de la multitud el globo se colapsa, haciendo que la malla que sostenía el trapecio con su acróbata se zafara. En la siguiente fotografía se ve el instante en que tanto el acróbata, como su globo totalmente colapsado se precipitan a tierra.
El aeronauta Acosta cayó sobre el tejado del edificio del Ferrocarril de Antioquia, enfrente de la droguería Pasteur, muriendo al instante ante la brutal caída. Aunque muchos decían que el Padre Germán Posada, quien inmediatamente se subió por unas escaleras al tejado, alcanzó a confesarlo antes de morir. Se había partido la columna vertebral y el cráneo y sus pies se desplazaron ante el fuerte impacto.
Las imágenes de este fatídico acontecimiento captadas por Jorge Obando, causaron gran impacto en Medellín, lo que dio a conocer a este gran fotógrafo. Obando se destacó mucho por sus imágenes de periodismo fotográfico, de sus trabajos también hemos de destacar las famosas fotos del accidente en que murió Carlos Gardel en 1935.
Manuel S. Acosta, “Salvita”, era un latonero y peluquero (otros dice que además fue sastre y policía), que había aprendido el oficio de la acrobacia en globos con Nolasco Guerrero, hijo del también famoso aeronauta y malabarista mexicano Antonio Guerrero que ya por 1875 había impresionado a los antioqueños en la Plaza Mayor, hoy Parque de Berrio.
A la fecha de este infortunio, la esposa de Salvita había “dado a luz” un hijo hacia cuatro días, por lo que el cuerpo de Salvita fue velado en casa de un vecino, sin informar a su esposa, a la que le dijeron que él si había ido a Sonsón a la inauguración del nuevo teatro. La gente colectó dinero para darle a la viuda, y se lograron reunir como mil pesos.
La siguiente es la nota aparecida en el periódico capitalino “El Tiempo”, el día primero de Diciembre de 1923. En esta pequeña nota el corresponsal del periódico se refiere también a las posibles deficiencias técnicas del globo y al proceder de las autoridades al no realizar una inspección del globo y el permitir al aeronauta realizar su espectáculo.